LÁGRIMAS
LÁGRIMAS
Hoy tenemos un mundo en crisis, un mundo problematizado, en donde la soledad nos acosa todos los días. A pesar de que vivimos en ciudades, de que generalmente estamos siempre rodeados de personas, sentimos muchas veces que estamos solos, que no tenemos ya con quien compartir un sueño o una poesía, o una protesta, o una queja, que no tenemos ya con quien compartir una lágrima. Qué valerosos eran aquellos antiguos romanos que cuando lloraban ponían sus lágrimas en un lacrimatorio y decían: “Yo he llorado de emoción por tal música”, o “yo he llorado porque murió un amigo”. ¿Quién se atreve hoy a hacer lo mismo? Más bien tratamos de esconder nuestras sensaciones, de esconder nuestro aplauso, de esconder nuestra réplica, o de esconder nuestras lágrimas y así nos vamos encerrando en nuestras propias cárceles.
Jorge Ángel Livraga.



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