EL FLAUTISTA
"Toca la flauta de la felicidad... tú mismo eres la melodía". Rumi
nos invita a reflexionar sobre la conexión entre nuestra propia esencia y la
felicidad que experimentamos en la vida. Cuando habla de "tocar la flauta
de la felicidad", sugiere que la felicidad no es algo que se encuentra
fuera de nosotros, sino más bien una habilidad que podemos cultivar. La flauta,
como instrumento, requiere que un músico la toque con habilidad y pasión. De
manera similar, somos responsables de crear nuestra propia felicidad a través
de nuestras acciones, pensamientos y actitudes. La segunda parte de la frase,
"tú mismo eres la melodía", enfatiza que cada uno de nosotros tiene
una singularidad y un potencial único. La melodía representa nuestra individualidad,
nuestras experiencias y la forma en que elegimos vivir. Al reconocer que somos
la melodía, entendemos que nuestra felicidad está intrínsecamente ligada a
nuestra autenticidad y a cómo nos expresamos en el mundo. En resumen, Rumi nos
anima a ser proactivos en nuestra búsqueda de la felicidad, recordándonos que
somos los creadores de nuestra propia melodía. Al tocar la flauta de la
felicidad, podemos encontrar armonía y alegría en nuestras vidas, siempre y
cuando nos permitamos ser quienes realmente somos.


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